Day 3: Emerging Leaders Conference

El tercer día de la ELC fue el día del paso de la teoría a la práctica.

Los dos días anteriores habíamos recibido un “boom” de información: parlamentarios europeos, directores de grandes asociaciones, grandes personalidades del mundo de las ONGs… Todos ellos brillantes, aportando cada uno su visión, enseñándonos acerca de esto y de aquello; proponiéndonos grandes retos y presentándonos problemas a solucionar. Tanta teoría, tanta información generó en nosotros una inquietud, que venía de la pregunta: “¿Y ahora qué? ¿Cómo pongo yo en práctica todo esto en mi país, en mi contexto?”. Teníamos ganas de poder canalizar todo lo que estábamos aprendiendo y concretarlo en proyectos. Y precisamente eso fue lo que hicimos a lo largo del tercer y último día del ELC.

Al ser el último día, muchos de los participantes se habían ido o fueron yéndose a lo largo de la jornada, con lo que al final nos quedamos alrededor de un tercio de los orginales. Fue una pena porque fue el día en el que participamos más activamente, y me hubiera gustado poder escuchar sus puntos de vista respecto a algunas cuestiones; pero por otro lado nos permitió trabajar de un modo más dinámico y cercano a los que nos quedamos; y de esta manera aprendimos todos de todos, porque todos tuvimos voz.

Los que pudimos quedarnos estuvimos durante la mañana aprendiendo acerca de las herramientas necesarias para poder sacar la WYA adelante en cada país: fundraising, el tema de las subvenciones, los pasos a seguir para presentar un proyecto, cómo elaborar un proyecto de manera realista y eficaz… Los ponentes, todos excepcionales; tanto alguno de fuera como los propios miembros del staff de WYA, quienes lideraron las sesiones.

Por la tarde concretamos un poco más en estos puntos, y fuimos viendo cómo cada WYA había gestionado los diferentes problemas que se les habían presentado, en qué punto estaba cada una y hacia donde queríamos llegar. Tengo que decir que me marcó especialmente el ejemplo de WYA Croatia, que habiendo empezado hace poquísimo se han desarrollado muy rápidamente, y manejan todos estos temas con mucha soltura y determinación.

 Y la última actividad, que fue la que yo más disfruté, fue un taller de “Presentación de WYA”. Nos pusimos por parejas, con el requisito de que no podían ser los dos de la misma nacionalidad, y representábamos cada pareja un pequeño teatro, en el que se creaban diferentes contextos en los que teníamos que presentar la WYA: en una fiesta con unos amigos, a un parlamentario, en un congreso de los derechos de la mujer, a un auditorio de adolescentes…

 Esta actividad fue muy buena, porque potenció tres cosas: primero, que afianzáramos nuestro propio conocimiento acerca de la WYA, qué es y qué promueve; segundo, que aprendiéramos a vencer situaciones incómodas o comprometidas que se nos pudieran presentar; y tercero, a conocernos más entre nosotros. Quizá esto último es lo más importante, porque al fin y al cabo somos un gran equipo, y pocos equipos hay que funcionen con tan buen ambiente como el equipo de WYA.

Al finalizar el taller nos aplaudimos todos mutuamente, pusimos un poco de música y bailamos mientras recogíamos y nos despedíamos de la que ha sido una de las grandes experiencias de nuestra vida.

By Teresa Reinoso, miembro de WYA Spain y estudiante de Medicina.